sábado, 10 de marzo de 2018

FRA FILIPPO LIPPI Y EL QUATTROCENTO ITALIANO


A los 15 años Fra Filippo Lippi quedó huérfano e ingresó en el convento del Carmine de Florencia, posiblemente para salir del paso ya que no tenía ninguna vocación religiosa. Masaccio y Masolino iniciaron la decoración de la capilla Brancacci de esa iglesia en 1424, sintiéndose el joven fraile atraído por la pintura, posiblemente sirviendo como ayudante al propio Masaccio, cuyo estilo admiró y continuó. La documentación menciona por primera vez a Fra Filippo como pintor en 1430, fechándose su primer trabajo en 1432. Dos años después abandona Florencia para trasladarse a Padua, desapareciendo las obras que allí ejecutó. En 1437 está de nuevo en Florencia, sustituyendo la dependencia de Masaccio por la escultura donatelliana y la pintura flamenca, trabajando en un estilo delicado y naturalista. Su época de madurez está caracterizada por las transparencias, que aumentan la elegancia de sus obras. A partir de 1452 está trabajando en los frescos de la capilla mayor de la catedral de Prato, empezando sus problemas con la justicia. En 1450 había sido enjuiciado por un fraude y en 1456 raptó a la monja Lucrecia Buti de un convento de Prato del que había sido nombrado capellán. Gracias a la familia Médici, Fra Filippo consiguió una dispensa del papa Pío II para casarse con Lucrecia, con quien tuvo un hijo, también pintor llamado Filippino Lippi. En 1464 era el maestro de un fructífero taller al que acudió Botticelli para iniciar su formación.
La gran aportación de Fra Filippo Lippi al Quattrocento es el sentido humano de sus obras, especialmente de las Madonnas como ésta que contemplamos. Tras las figuras encontramos un paisaje que otorga una magnífica sensación de profundidad.El sentido del volumen está relacionado con sus contemporáneos Masaccio o Paolo Ucello. La minuciosidad de las telas y los adornos de la Virgen parecen inspirados en la pintura flamenca. Este tipo de Madonnas servirá de inspiración aBotticelli, quien trabajó en el taller de Lippi en Prato.



No obstante, dio a los temas tradicionales una nueva intensidad, que se traduce en nueva concepción del espacio, utilizando para completarlos paisajes en lugar de fondos planos, gracias a lo que logra un notable contraste de las figuras, es también novedosa con su búsqueda de los efectos del color, lo que lo hace uno de los mejores y más expertos coloristas de esa época.


La originalidad del paisaje, algo en lo que sobresale y la elegancia en el dibujo, hizo que su pintura ejerciera una fuerte influencia en Sandro Botticelli, que incluso se dice, llegó a realizar en sus primeros trabajos copias de los trabajos obras de Lippi.

Como naturalista tiene un realismo más delicado, menos vulgar que el de algunos de sus contemporáneos, con escenas genuinas, entre las que incluyen incidentes semi-humorísticos y personajes menores.

Pintó fundamentalmente temas religiosos, siendo su mayor aportación a la pintura del quattrocento en Florencia, un mayor acento profano con respecto a las obras de su maestro Masaccio o inluso de Fra Angelico, ambos le sirvieron de inspiración toda su carrera,el enfoca el arte religioso desde su lado más humano.


Aunque su carrera evolucionó constantemente, no tuvo grandes variaciones ni en el estilo ni en el color.


Algunas de sus obras más importantes son: “El Banquete de Herodes”, banquete que terminó con el asesinato de Juan el Bautista, fresco que realizó para la Catedral de Prato.


Pero quizá su obra maestra es “Virgen con Niño y dos ángeles”, de 1445., actualmente en la Galería de los Uffizzi de Florencia.
Según todos los historiadores de arte, la gran aportación de Lippi al Quattrocento, podemos encontrarla en el sentido humano que imprime a sus obras, hecho que es sobre todo claro en sus Madonnas, y es un claro ejemplo la anteriormente citada.



Esta obra de Filippo Lippi, realizada alrededor de 1465, es una de sus pinturas más conocida y admiradas del Renacimiento.La popularidad de esta obra se deriva probablemente al hecho de que muchos piensan que la Virgen pudiera ser el retrato de Lucrezia Buti.

La Virgen María está representada de perfil, rezando delante del niño sostenido por dos ángeles cuyos rostros parecen el de dos bribones o niños pequeños. Detrás de ellos un vasto paisaje inspirado en las pinturas flamencas. El peinado de María es muy elegante, adornado con perlas y velos.
La dulzura y elegancia con la que viene representada, así como la gracia de los velos y del peinado será un modelo de elegancia para muchos pintores como Botticelli. De hecho el autor del  “Nacimiento de Venus” y  “Primavera”, no fue solo alumno de Filippo Lippi sino también amigo y colega de Filippino.
La Virgen con el niño y los dos ángeles de Filippo Lippi se encuentra en la sala 8 dedicada a Filippo Lippi.
Detalle de la Virgen, su peinado, los adornos de su cabello y su delicado rostro; uno de los ángeles que parece mirar al espectador.
Como decia anteriormente, influyó en Boticelli, trabajó en el taller de Lippi en Prato, y sobre todo esta influencia se deja ver en las Madonnas.
En la pintura, vemos como dos ángeles elevan al Niño hacia su Madre que le recibe con las manos juntas, en actitud orante; en el rostro de la Virgen, se pueden adivinar los rasgos de Lucrecia Butti, novicia que con quien Fra Filippo Lippi tuvo un hijo, el también pintor Filippino Lippi. Al fondo podemos ver un paisaje rocoso al que enmarca una ventana. Los colores, las transparencias y el juego de luces que utiliza, junto a la transparencia de algunas telas, genera en el espectador ilusión de movimiento.

http://www.uffizi.org/es/obras-de-arte/la-virgen-con-el-nino-y-dos-angeles-de-filippo-lippi/
http://www.artehistoria.com/v2/obras/4800.htm
 http://trianarts.com/fray-filippo-di-tommaso-lippi-el-quattrocento/#sthash.fPngF95H.dpuf
http://aracelirldeloleoalcincel.blogspot.com.es/2016/02/fra-filippo-lippila-madonna.html
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBNfb20CvaQbclHS-kZnX2RVgdMfF5OdLKeDekUqmEi0h4rJi-GjZpTzvH9ftMKjeEVOUMkqyaMqddrWmq-wYaRmIEYj3ZWw58xRlYzoN22WQ9JVUJUVby5hmvPs4Zqa5S07SxUd40NtE/s1600/san+mauro+santo+amaro+milagroso+oracion+para+pedir+la+sanacion+de+una+persona+enferma+S.jpg
https://img.epizod.ua/uploads/2016/04/blagovoscheniye-2016.jpg
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/a/a1/Lippi,_adorazione_di_annalena.jpg
http://www.faisceau.com/photogallery/annon/lippi%204.jpg
http://www.artbible.net/3JC/-Mat-14,01_Death_JBaptist_Mort%20Jbaptiste/15%20LIPPI%20FRA%20FILIPPO%20B%20HEROD%20S%20BANQUET.jpg

jueves, 1 de marzo de 2018

LA BALSA DE LA MEDUSA


La Balsa de la Medusa, monumental óleo sobre lienzo realizado por Théodore Géricault hacia 1819, expuesta en el Museo del Louvre, París, Francia.Pero, antes de comenzar el análisis, antes de realizar el comentario artístico de La Balsa de la Medusa, se debe recordar que su autor es considerado el más revolucionario del movimiento romántico, y es que los románticos interponen su libertad creadora ante cualquier regla académica. 
La obra se basa en un hecho real: el dos de junio de 1816 la fragata “medusa” naufraga frente a la costa oriental africana. Su capitán, que demuestra ser un desalmado más que un inepto, consigue el cargo por el apoyo a los Borbones. ¿Desalmado e inepto? Sí, pues el capitán y sus oficiales emplearon las barcas salvavidas abandonando a los 149 marineros que les acompañaban, ya que los consideraron inferiores. Y, en una balsa que estos últimos construyeron, navegaron a la deriva durante 13 largos días en los que se sucedieron escenas de locura, desesperación y canibalismo. Sólo veinte sobrevivieron (falleciendo además cinco de ellos durante el rescate).

Detalle,
Detalle, La Balsa de la Medusa
Rescatados finalmente por un carguero, es en el otoño del año siguiente cuando los supervivientes publican el relato de lo sucedido, pero, la reacción de la sociedad, aunque pueda sorprender, ¡fue de repulsa! Por si todo esto fuera poco, el estado se encargó antes de ocultar el suceso. ¿Manipularon a todo el pueblo? No, a todos no porque hubo un artista que no quiso olvidar….
Tumba de Theodore Gericault, cementerio Pere-Lachaise, París
Tumba de Theodore Gericault, cementerio Pere-Lachaise, París
“Ni la poesía ni la pintura podrán jamás hacer justicia al horror y la angustia de los hombres de la balsa”. Las palabras de Géricault ayudan a entender que la obra acusa directamente al Estado Francés de abandonar a sus ciudadanos y de ocultar información. Y si todavía no queda clara la posición del artista, el uniforme en el agua de un soldado francés (parte inferior derecha) representa el derrumbe político y militar de Francia.
Detalle,
Detalle, La Balsa de la Medusa
Abandono, desesperación, esperanza, realismo…La Balsa de la Medusa es dinamismo y emoción, pues lo vemos tanto en el brazo en escorzo del personaje de la derecha como en los rostros y gestos de los supervivientes (las manos juntas del hombre con los cabellos peinados por el viento). Además, el hacha ensangrentada es clave para comprender que hubo escenas de canibalismo.
Detalle,
Detalle, La Balsa de la Medusa
Por otra parte, en la gigantesca composición observamos dos pirámides. Una, formada por los vientos que sostienen la vela, y otra, conocida como pirámide de la esperanza, por el resto de las figuras: las inferiores aparecen sin vida pero la pirámide se alza (pasando por personas enfermas y moribundas) hasta llegar a su cúspide, donde se plasma la esperanza de un posible rescate. Pero esto no es todo lo que muestra la pintura, de hecho el simbolismo romántico esconde mucho más de lo que muestra, porque además de esperanza se representa la incertidumbre, pues al fondo, en casi un punto minúsculo, vemos El Argus, un buque que no sabemos si se aleja o acudirá al rescate…
Detalle,La Balsa de la Medusa
El pintor introduce en su estudio una réplica de la balsa a tamaño natural y figuras de cera que cambia a su antojo. Respecto a los personajes de la obra el artista realiza bocetos previos sobre cadáveres y ejecuciones, y puede verse además cómo se inspira en figuras miguelangelescas, es decir, que imita el arte de Miguel Ángel a la hora de representar las formas musculosas. Pero el arte de Géricault, como también lo es el de Miguel Ángel, no es fotográfico sino poético. ¿Por qué se dice esto? Si nos fijamos bien podemos ver contrastes en la obra, es decir: en el cuadro, como en otras pinturas del artista, se aprecia una mezcla de belleza y horror. ¡Romanticismo puro! ¡La pirámide de la esperanza también lo recuerda!
Horror que en este caso emanan los cuerpos atléticos (belleza) de dichos personajes, ya que figuran con rostros desesperados y cuerpos mutilados. Esto tiene una explicación: para los románticos hay una ampliación del concepto de belleza. Belleza que no debe competir sólo con la verdad y lo infinito, que darán lugar al realismo y a lo sublime, sino a su propio opuesto: la fealdad.
Como es de suponer, con estas premisas, en La Balsa de la Medusa vemos una gran variedad de expresividad: desde la desesperación del anciano que da la espalda al barco, es decir, no le importa si es rescatado pues ha muerto su hijo, hasta los sentimientos de esperanza que llegan a la corona de la pirámide, donde un hombre de raza negra enarbola un trozo de ropa para llamar la atención de los lejanos rescatadores.
Como dato curioso de la obra se suele mencionar que el joven muerto que sujeta el anciano del manto rojo es el retrato de Eugène Delacroix, el otro gran pintor romántico. Pocos años más tarde fue el mismo Delacroix quien retrata a su colega Gericault como uno de los muertos en la obra La Barca de Dante.
Detalle La Balsa de La Medusa
El artista deja claro que lo que a él le interesa es retratar en este caso “al pueblo”, pues éste escapa de la disciplina intelectual del momento y éste a su vez representa una mirada primera, ingenua y sin condicionamientos, una mirada que los románticos debían imitar. Por supuesto que esto se aplica para representar a las mujeres (las de la época) y a los niños. Por eso La Balsa de la Medusa causa rechazo, porque además de representar algo que el propio estado quiso esconder, también representa como protagonistas a seres humanos desconocidos, y eso era algo impensable para la alta sociedad de su tiempo, por mucha Revolución Francesa precedente. Por lo tanto, La Balsa de la Medusa es un homenaje, un tributo a los marineros, una bofetada con mucho arte a los gobernantes y gobernados.
Bibliografía consultada 
SERRANO DE HARO SORIANO, A. El Romanticismo, Un Nuevo Sentimiento Artístico. El Arte del Siglo XIX. Editorial Universitaria Ramón Areces, UNED, Madrid, 2010.
VV.AA. Guía visual de pintura y arquitectura: La Balsa de la Medusa. Editorial El País-Aguilar. Madrid, 1997
http://www.arteselecto.es/app/uploads/2014/05/Detalle-la-balsa-de-la-medusa.jpg
https://estudiandoloartistico.wordpress.com/2013/04/11/la-balsa-de-la-medusa-theodore-gericault-2/?wref=tp
https://costadamorteba.files.wordpress.com/2015/05/medusa-11.jpg

EL RETABLO DE SAN MIGUEL DE ARALAR


El Retablo de Aralar,se trata de una pieza excepcional de la imaginería medieval europea declarada Bien de Interés Cultural. Atribuido a un taller francés de Limoges, este retablo románico del siglo XII se exhibe tras un cristal en el altar mayor de la iglesia del Santuario de San Miguel de Aralar. 
Treinta y siete esmaltes perfilan una singular colección de personajes, armónicamente dispuestos en este frontal de metal dorado de 2 metros de ancho y de 1,40 metros de alto. La figura principal, dispuesta en el centro y rodeada por un óvalo o mandorla, es la Virgen con el Niño. De cánones románicos, María sirve de trono al Niño Jesús que porta corona y bendice con la mano derecha mientras sostiene las Sagradas Escrituras con la izquierda. Los pies de la Virgen reposan sobre un artístico escabel y a ambos lados de su cabeza aparecen las letras alfa y omega. Debajo de ésta se sitúa la estrella de la Epifanía. 

Llama la atención la representación del Tetramorfos rodeando a Madre e Hijo, pues lo habitual es que acompañen al Salvador. Se trata de los cuatro símbolos de los evangelistas: San Mateo un ángel, San Juan un águila, San Marcos un león alado y San Lucas un toro.
A ambos lados se disponen simétricamente doce arcos que enmarcan otros tantos personajes. Son reconocibles los Tres Reyes Magos con sus ofrendas, 6 apóstoles entre los que se distingue a San Pedro con la llave del reino, un ángel, la Virgen y el rey donante. Entre las arcadas pueden verse relieves de edificaciones que representan la Jerusalén Celestial.
Se puede apreciar la gran maestría con que se individualizan los rasgos y ropajes de cada figura. Los pliegues dorados de las túnicas combinan a la perfección con las gamas de añiles, verdes y algunos toques de blanco, negro y rojo. Resulta asimismo llamativo el cincelado de las cabezas y pies de todos los personajes.

La ausencia de algún medallón y pequeños tramos de arquería recuerdan que en 1979 Erik el belga, ladrón de arte internacional, robó un importante número de piezas de esta excepcional obra, que afortunadamente, con el paso de los años, se han recuperado en su práctica totalidad.
Elaborado probablemente en la segunda mitad del siglo XII (1175-1185), cuando Sancho VI el Sabio patrocina en Navarra numerosas iniciativas artísticas en estrecha colaboración con el obispo de Pamplona, Pedro de Artajona “el Parisino”.
El retablo de esmaltes y cristal de roca es uno de los más bellos ejemplos artísticos del medievo. Intervinieron probablemente dos artistas, uno burgalés-riojano, el otro limosino. Sus medidas son 2 metros de longitud por 1,14 metros de altura.
En la parte inferior hay una lectura que dice:
“ Este precioso Retablo de Láminas de metal dorado y Esmaltado con su Ymagen de la Virgen del Sagrario de la Cathedral de Pamplona, a que es anexo este Santuario de San Miguel, e tubo antiguamente en la obscuridad de su Capilla, de donde se sacó, se limpió en Pamplona, y para que su vista mueba a deuocion, fue colocado assi en esta Capilla maior, en el año 1765”

La calidad de los esmaltes, el tono y la ejecución recuerdan al silense y llegó a pensarse que procedía de Silos o de Limoges.
En el año 1979 unos ladrones despiezaron el retablo destruyendo buena parte del armazón metálico. Las piezas se fueron recuperando poco a poco encontrándose el retablo en el Museo de Navarra en Pamplona.
Los orígenes son desconocidos, habiéndose reconocido restos prerrománicos, carolingios del siglo IX, en la parte inferior del ábside mayor y ventanas de herradura en el mismo. Sin embargo, la primera mención documental es del tiempo de Sancho III el Mayor (1032). Durante la segunda mitad del siglo XI el santuario recibe varias donaciones reales.

La consagración de una iglesia románica ocurrió en 1074, en tiempos de Sancho IV el de Peñalén (1054-1076), ocurriendo otra solemne consagración en 1098. En 1125 aparece el primer abad en el santuario lo que habría representado la separación del vecino monasterio de Zamarce. La dedicación del templo tuvo lugar en 1141 en tiempos de García Ramírez el Restaurador y sería aldededor de esta fecha cuando se amplió el primitivo templo románico del siglo XI.
La leyenda de Teodosio de Goñi se mezcla con la historia en San Miguel de Aralar, lo que popularizó Navarro Villoslada. Los orígenes de San Miguel de Aralar son muy antiguos como otros dedicados al arcángel a raíz de la aparición de San Miguel en el monte Gárgano (Manfredonia) en el siglo IV y cuya devoción impulsó Carlomagno sustityendo a otros cultos paganos.
La iglesia presenta planta de tres naves - muy estrechas las laterales - de cuatro tramos, más una cabecera triple formada por un ábside mayor ultracircular en el interior y poligonal al exterior y dos ábsides menores poco profundos. Esta cabecera conservaría planta y restos del santuario carolingio. En el tercer tramo de la nave central se sitúa la capilla cubierta con tejadillo a dos aguas, de finales del siglo XII. Las cubiertas son de algo más de cuarto de esfera en el ábside central y de horno simple en los laterales. Sobre el primer tramo de la nave central monta un cimborrio de ladrillo producto de la última restauración de 1969-1973. El resto de la nave está cubierta por bóveda de medio cañón rebajado. Las naves laterales están cubiertas con cañones.
Este será otro tema...